Capítulo 1
No es nada fácil tener hijos hoy en día. Lo digo desde aquí, alto claro y por si a alguien le interesa: es que somos muy mayores biológicamente, estamos todo el día stressados con el trabajo y obsesionados por planear el año y el mes en que puedes quedarte embarazada y será más agradable el embarazo. Nada más lejos de la realidad: pasan los meses ni cuadrando las ovulaciones femeninas te quedas, la obsesión (sin tu darte cuenta) se agudiza y la vida se convierte mes a mes en una montaña en la que involucras a tu marido, que empieza a sentirse también un poco culpable.
Dicho esto, yo me quedé embarazada, con un viaje pagado a París y la recomendación, de no viajar en avión los primeros tres meses. Y después nació Lu.
Y aunque a mí la maternidad (ya con una me estaba superando ), resultó que me puse muy prontito con la cosa de no dejes sola a la niña , a ver un hermanito… e inexplicablemente ,muy fácilmente, me volví a quedar embarazada.
En fin, pues ya embarazada que estoy, a mi las ecografías siempre me han puesto muy nerviosa, nunca las he vivido con el móvil en la mano para grabar nada y en la primera consulta que hago a mi ginecólogo (desde aquí digo que su carácter y su buen hacer no lo voy a olvidar nunca) no habla mucho él, se toma su tiempo y me dice que si es que no he visto dos lucecitas parpadeando durante la exploración.
-Pues yo que se…
-Eso es que vienen dos, vamos que es un embarazogemelar …
Yo lo miro y no digo nada y menos mal que mi marido sí reacciona y ya le va diciendo al ginecólogo que yo puedo ser muy aprensiva y eso será por lo que no digo nada.
-Pues nada, entonces a prohibirle internet y a venir a revisiones y controles continuos.
¿Cómo me va a pasar esto a mí? Empiezo a comprender por qué tengo tantas naúseas. Llamo a mi madre. Llamo a mi hermano.
-Hija, seguro? A ver si se ha equivocado…
Este comentario ha sido eliminado por un administrador del blog.
ResponderEliminar