Visitas

martes, 5 de mayo de 2015

AVENTURA EN LA SELWA


A ver, a mí los parques temáticos como que no. Me han producido siempre una especie de agorafobia( cómo se sale de aquí)  catastrofista (atracciones que se descuelgan, animales que se sublevan….) pero… llega un momento en mi maternal vida que no he podido más que fingir ilusión frente a los buenoshijos  ante la perspectiva de ver animales salvajes, y de un viaje lleno de ilusión y aventura…
Aventura, que duda cabe,  la hay. Ponerse en marcha con cuatro hijos mientras nos esperan cuatro  horas de coche ( mínimo)  está garantizada. (Y otra vez no hemos instalado el DVD). –Yo mientras no se peleen  dice ingenuo el buen padre, - y se estén quietos. Pues bien, de tanto pelear, gritar y quitarse el cinturón de seguridad pueden , como nuestro caso, quedarse al final  dormidos (  tres paradas  a hacer pipi). Y entonces  lo mejor es cuando el buenpadre, nervios de acero dice.-Dormidos tampoco, que verás que noche dan.
Bueno, pues en esta nueva experiencia, extenuados sólo por la ida, queda aún la llegada al hotel y preparación para la excursión. Tus hijos te parecen educados hasta que llegas a un sitio público  y compruebas que ellos se olvidan por supuesto de este detalle y animados y excitados por la novedad saltan en los sillones de la recepción y pintan y rellenan toda clase de folletos informativos. ( Seguro que luego nos lo descontarían en el precio). Aunque son muy monos, que duda cabe, cuando te dicen  que no les importa dormir fuera de casa si están con mama y papa.
Ya al dia siguiente es la excursión. Aquí recomiendo para casos como los míos ir con alguien preparado y de la zona (que menos mal que mi mejor amiga , que quede con ella despues de cinco años separadas por nuestras respectivas maternidadeeque soporte las colas con sonrisa .para los tickets de entrada, fotaza de entrada al parque (que luego es imposible irse sin ella ) y que controle los mapas y que ,…al  darte cuenta que has olvidado las toallitas, los bocatas y el agua; sonría debajo de un sombrero y te diga: no hay problema hemos traído de sobra.
-Ves que no pasa nada , digo yo animosa por unos momentos ante la mirada reprobatoria del buen padre , que no dura mucho porque los niños empiezan a correr en direcciones distintas , activándose de esta forma también nuestros atrofiados musculos detrás de ellos.
Compramos souvenirs, pasamos puentes colgantes (pasaron ellos), subimos muchas cuestas , el calor casi nosliquida.Pero…. reconozco que encanto posar con la jirafa  y reconocer un estallido de emoción y de descubrimiento en los ojos de cada uno de los niños . Y ahora no paramos de pasar las fotos y emocionarnos al pensar en el próximo parque que visitaremos…

No hay comentarios:

Publicar un comentario