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jueves, 10 de septiembre de 2015

EL PRIMER DIA


No eran ni las 7:30 y Lu estaba despierta. Despierta y vestida.
- Espera un poco, que es muy temprano no vayas a despertar aún....( sin un café no se enfrentar las mañanas)a tus ..
- CHICOSSSSS, despertad que HOY HAY COLE...ha gritado sin compasión.
Así que a las 7:45 estaban los cuatro vestidos ( eso si, sin peinar) arrastrando las mochilas que pesaban una tonelada en la puerta de casa.
- A ver un momento, que falta una hora, por Dios ( a mi se me ha ocurrido cogerme el día para asistir al evento de ver como mis "bebes" empiezan Primaria, de lo contrario ya estarían en el coche y en el  aula matinal, pero una que es asi...).
- Vámonos ya, mamaaaaa que tenemos que coger sitio en la fila.
Yo creo que la principal motivación ha sido conducir por primera vez la mochila de ruedas, y digo conducir porque ya en el ascensor ( a tope íbamos) las ruedas me han pasado dos veces por encima del pie, aumentando de esta forma mi nerviosismo a pesar de estar desde anoche practicando el mindfulness de aceptación y control.
 El primer día de clase es un acto social en toda regla para las mamas ( también hay papas, abuelos, cámaras, videos...) que no para los niños que pasan de todo,  ya lo  sabemos.
-Mirad, ahí está vuestro amiguito Jorge.-
Y los trigemelos  y el amiguito se miran como si fuera la primera vez y por supuesto no se dirigen la palabra.
Pero tu, sí, tu tienes que hablar con la mama de Jorge del verano, con la de Blanca, Victoria....y en un momento te ves en el patio, mas perdida que en Manhattan y descubriendo que los niños han desaparecido de tu campo de visión.
- Chicos que ya toca el timbre!!!! Mis niños mayores...besitos .- Recibo una mirada lastimera y me voy a ver a mi Lu , que hoy no le he hecho mucho caso dado la novedad de los trillizos.
Me pongo a saludar a las amiguitas
-Chicas, que bien , a jugar todas juntas.
- Adios, mama. - Me espeta Lu, (aún no tiene 9 años).

Y así, con esa sensación agridulce de liberación y un poco de pena e incertidumbre no he podido hacer otra cosa que llamar a mi madre y desayunar con ella. Pensando con alivio que tal vez, dentro de mucho tiempo pueda yo hacerlo con alguno de ellos.