En la primera cola no había casi ninguna malamadre amiga,( se fueron prontito) así que , tuve que aguantar una charla extensa y exhasutivade una madre que vende Thermomix, otra charla sobre lo mal que esta el pais (a ver, una situación horrible pero yo…a ver que voy a hacer , votar?) , el tiempo, y en general dolencias varias de madres y padres perjudicados ya por nuestra edad.
La segunda cola era muy muy larga, y la verdad como es la de los niños tengo menos confianza, vamos que conozco menos y había largos silencios, una madre con un bebe y los hijos de todas corriendo por todas partes. Era como esperar una tutoria,( vamos que un hola y gracias no es suficiente hay que hablar y hablar las madres cada una de sus niños) y muchos papas . Por cierto que uno de ellos mato una abeja que se me había puesto en el abrigo, por Dios. Para animar. Tuve que apoyarme en la barandilla porque llevaba tacones, me pinte y fui sin niños como para dar a conocer lomalamadre que soy, que llevo una vida laboral intensa e interesante y disfruto ese ratito sin ellos.
No lo disfrute, fueron dos horas. Sólo los dos segundos que entre en las clases de mis hijos. ( Me equivoque dos veces de clase) fueron momentos felices porque son mis niños, son lo mejor.
Cuando llegue a casa torturada por los tacones y reparti las notas , sólo con el abrazo de cada uno, me reconforte por tod la tarde entera. Que suerte que tengo. Igual no lo estoy haciendo tan mal ( o serán los genes del buen padre...
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