Esta mañana hacía mucho frío. Después de una lucha con uno de los niños para que aceptara ponerse una sudadera con cremallera, que tenía educación física, bajo la amenaza de ir a la Escuela de Navidad del Colegio, hemos bajado al garaje los seis, un poco tarde lo reconozco.
Subirnos al coche furgoneta para ir: primero, al aula matinal y después los buenos padres al trabajo; lleva su tiempo: mochilas, chaquetones, cinturones de seguridad para los cuatro…, peleas por subir el primero o el tercero.Hasta ahora lo normal , vamos.
Cuando ya estábamos todos acomodados y listos el buen padre ha intentado arrancar y no ha podido.
-Que no arranca
Son las 8.25 ( entramos a las 8.30)
-Pues no se, hijo, que raro…apaga y enciende
-Que no mujer, que esto va a ser la batería y es que se dejarían una luz encendida.. Niñoss!!
Pues entonces hemos tenido que hacer el proceso inverso y bajarnos del coche. Los niños estaban muy contentos, el padre cada vez más nervioso.
Hemos salido a la calle desde el garaje, esta mañana hacía mucho frío. Y entonces, nos hemos vuelto a acomodar en mi coche, infringiendo todas las normas de tráfico habidas y por haber ( mi coche es un minicoche) y como en las Navidades de Cuentame hemos llegado al colegio.
Me he sorprendido gratamente porque no he perdido los nervios ( del todo) y sólo el buenpadre se ha puesto literalmente histérico. Super contenta, la verdad.
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