DE CÓMO EL GINE ME DA LA NOTICIA

Pase unas semanas nerviosísima. Por Dios, que estaba embarazada de gemelos.. yo, que con mi Lu de dos años no daba abasto... y además, que es que tienen riego estos embarazos, veremos que pasa y así entre las naúseas, el stress del trabajo, mis vistazos a internet ( prohibidos si, pero los hubo), y mis desvaríos mentales imaginando lo inimaginable, volví a la consulta del ginecólogo.

Ya he comentado aquí que mi santo ginecólogo es poco hablador. En la segunda cita mientras estaba tumbada y bloqueada mi mente, por supuesto, porque yo con  las ecografías me pasa que ni las miro para qué, no veo nada...; se superó a si mismo. Paseaba el ecógrafo por mi barriga una y otra vez y  su cara tenia una expresión inexcrutable.

Cuando ya no pude contenerme más y ,siguiendo mi estilo, tirando a pesimista le comente que entendía por su silencio que el embarazo gemelar se había quedado en un gemelo nada más o quizás algo peor ( bueno no lo dije así, balbuceaba un poco y respiraba entrecortadamente de la expectación).

-Pues no,- por fin me miro a la cara.

-Vaya, genial y estooo, todo bien entonces?

-Pero sí que hay algo...

Yo verdaderamente, ahora lo digo con perspectiva no se como pude resistir estos segundos sin tomarme nada más que una tila,

-Algo?

-Sí, algo que hacía mucho tiempo que no veía, que curioso.

Por Dios, hasta mi bendito marido, cuya presencia se me  había hasta olvidado , ante tanto suspense, se acercó a la maquina de las ecografías y me dio la mano.

-Pues dime, dime .- Ahora que todavía lo puedo soportar pensé.

 A ver, te digo... es que no veo dos embriones.

-Ah vaya, pues lo que te decía, que no pasa nada, pero queda alguno?

-Verás es que...veo TRES . Estaría detrás de los otros  la última vez. Mira... miralos tú.

Imagino que saltar en la camilla no salte, que de verdad no se paralizo el mundo en ese instante, que no grite llamando a mi madre. Recordar sólo recuerdo que lo miré y le aseguré vehementemente y eso qué cuerpo lo aguanta¡ , por favor, que mis rodillas están delicadas. Por cierto, a ver si me puedo callar... hay algo mas fuerte que la tila que me  pueda tomar?

-Una tila doble y no te preocupes. Ahora sí, olvídate de internet.

Llamo a mi madre. Llamo a mi hermano. Que son tres.

- Tres de qué , a ver, que es imposible. A otro ... a otro, ve a otro medico.

Pero mira tu por donde, yo siento que esta vez sí que tiene razón. Y cojo a mi Lu en brazos mientras lloro y río a la vez. Que cosas nos pasan...