Esta semana es Haloween. Es decir que aún queda una semana y no podemos mas ya con tanto espanto, (calabazas, esqueletos,... ya sabéis) y digo yo que si realmente habrá alguien a quien le hará ilusión esto . Yo creo que ni a los niños que en mis años de experiencia los he visto llorar a gritos al ver a sus compañeros disfrazados y llenos de falsa sangre. Se van acostumbrando, también os lo digo aunque no se si eso es una buena noticia. .
Bueno, lo dicho, cuando tienes hijos, además de oir toda la semana canturreos en inglés sobre trick or track ( que es eso del truco o trato ). A mi que me lo expliquen porque por más películas americanas que haya visto jamás lo he comprendido ( o terminado de verlas porque las películas teen americanas hallowen tienen su aquel).
Además de los tarareos infernales, digo, aquí ahora de repente compites con las demás mamás en la confección y compra de terroríficos disfraces y maquillajes ( yo creo que algunas mamas contratan a profesionales auténticos, si no, es que no se comprende). Y te ves yendo a grandes naves de disfraces preguntando si tienen tres tallas de dracula o dracula-laura según el caso, desoyendo tus instinstos mas básicos de pasar del tema.
Nosotros ,la familia, personalmente, además tenemos dos celebraciones, llevamos asi dos años. Las del cole, en las que soy de esas madres que no acompañan con bizcochos en forma de dedos, porque no se cocinar y que pinto a los niños diez minutos antes con mi eyeliner para que parezcan que tengan cortes en la cara ( aunque no se sabe ni lo que es) y les coloco las susodichos capas de Drácula como puedo.
Y al margen tenemos una fiesta por la noche propiamente dicha, donde se nos invita a los padres a disfrazarse también, yo sin nada y sólo con mi ojeras bien puedo parecer ya de la familia monster ;y donde los niños tocan a todas las casas pidiendo chucherías.
Aunque este año , después del año pasado en el que subi ocho plantas acompañando a los niños mios y del vecindario ( algunos gritaban de terror sobretodo cuando veian las caras de esos vecinos no-niños que ni tenían chucherías ni ganas del follón de las escaleras) al truco o trato famoso, casi acabo en urgencias... creo que voy a poner mi cara mas maligna y esperar tranquilamente que toquen a mi casa con una bolsa llena de todas las chuches mas prohibidas. Después pongo el cartel de ataúd cerrado hasta mañana.
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