Mi primera vez ha sido este verano. Tenía todo preparado desde hacía un año. Pero esta vez me pillaron por sorpresa.
No sabía ni que aspecto tenían hasta que le pase la lendrera a uno de los trillizos y salio el primero : Esa noche fueron tres cabezas. Pues ale, como soles, pensé siguiendo todos los pasos del prospecto. Salieron seis, dos y uno en la última.
A todos los demás nos picaba la cabeza, pero ya se sabe que somos aprensivos... y nos dormimos felices y agotados. Al dia siguiente empezaban mis vacaciones.
Por la mañana llame a una amiga que ya sabía yo había pasado por estos trances:
-Pero tu no sabes, mujer lo que es eso.... hay que lavar todas las sabanas de las tres camas¡¡
-siii?
-Claro ,y las almohadas, y los cojines, y los peluches y pasar la aspiradora por todas partes.
- Ahhh, Dios..
- Y a más de sesenta grados y las liendres que sepas que no han muerto sólo los piojos así que comprate vinagre y pasa la lendrera
-Mas veces?
-Uyy dos o tres veces cada dia ....y dos semanas por lo menos. Y la niña, la has mirado . Y tu?
-No..no se rasca.
-Y eso qué?. Pues si no te queda, compra mas tratamiento y llama a tu madre y que te laves tu el pelo, y que te mires...
La verdad, que exageración si aquí fue un trillizo y punto, pero bueno. Me puse el tratamiento, se lo puse a Lu. Tengo que decir que ya estaba empezando a parecerme pesado. Nuestros pelos son mas largos y además tenemos que tener los gorros puesto, pero solo 10 minutos. Mientras pongo las lavadoras.
Pues mira tu por donde, como ese dia teníamos una cena, me digo ya estamos todos listos. Y tan feliz nos sentamos a comer. De repente los vi, vivos, andando por la cabeza de Lu, de los niños,...el tratamiento de 40 Euros no los había matado.
Entre gritar o llamar a mi pediatra hice las dos cosas y me dijo que mujer, que hoy en dia los tratamientos como el que puse los engordan , que les echara otro , que sí tenía otro nombre comercial... Con el cariz que iba tomando el dia llame a mi madre. .Eran los dos de la tarde.
Lavamos cinco cabezas de nuevo incluida la mía porque no se pueden mezclar los tratamientos, secamos las cinco porque tiene que ponerse con el pelo seco. Echamos el champu, pusimos las cinco bolsas y lavamos otra vez las cinco cabezas. Y ahora pasamos las lendreras. Ya eran las siete de la tarde.
Sacamos mas de treinta de todos los niños, de la niña, mios por supuesto (llamamos a la cuidadora que se había librado gracias a las trenzas).
Lloré una hora seguida, nos arreglamos y nos fuimos a cenar. Mis dos semanas de vacaciones estuvimos pasándonos la lendrera con el vinagre.
Malditos bastardos. Nunca me volverán a pillar tan desprevenida
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